martes, 18 de abril de 2017

Enrique es un niño, pero el no se siente así. Enrique no quiere jugar con coches, ni a ser súper héroes, a él le gusta jugar a las cocinitas, le gusta peinar el pelo de su mamá y le gusta mirar los libros de cocina de su abuela.
Enrique no quiere ser Enrique.
A Enrique le gusta Saray, el nombre quiero decir.
Sus padres no entendían que su niño no pensaba como un niño. Pero lo amaban igual , por eso el siempre fue feliz.
Ahora Enrique ya no es Enrique. Ahora es Saray. Ella es chef en un local de su ciudad. Ella va a salones de peluquería a maquillarse y ponerse extensiones.
Ella se pinta los labios rojo pasión y se va con sus amigas a un bar en el centro.
Ella es feliz. Y todos a su alrededor lo son porque ella lo es.
Ahora el único problema de Saray , es como le dirá al chico del que está enamorada que una vez fue Enrique.
Ella tiene miedo de que el se asuste o peor, que le de asco haber estado besándola.
Saray se lo contará todo esta noche , hará la meditación que leyó en aquel libro de psicología de su amiga para relajarse.
Han tocado al timbre.
Mierda.
Supongo que no habrá tiempo para la meditación.
-Hola amor, ven tengo que contarte una cosa...

No hay comentarios:

Publicar un comentario